LA HIGIENE DEL SUEÑO

LA HIGIENE DEL SUEÑO

 

HIGIENE DEL SUEÑO

1. FASES DEL SUEÑO

 

 

 

2. NORMAS DE HIGIENE DEL SUEÑO

 

– Alimentación:

        a) No acostarse con hambre
        b) Cenar 2-4 horas antes de acostarse
        c) En caso de hambre tomar un vaso de leche caliente, yogurt o infusión sin teína.
        d) Prescindir antes de dormir de sustancias estimulantes: dulces, frutas ácidas…
        e) Evitar alcohol y drogas
        f) Evitar levantarse para comer o beber durante la noche (dejar un vaso de agua/leche en la mesita)
       g) Controlar la temperatura de los alimentos (ni muy fríos ni muy calientes).

 

– Actividades:

      a) Evitar realizar actividad física intensa 2 horas antes de dormir.
      b) Es mejor realizar actividades de energía baja que no necesiten mucha  atención ni constancia.

      c) Realización de “rituales” antes de dormir facilitarán la transición hacia el sueño: baño templado de corta duración, sonidos y olores relajantes…

      d) Evitar luz artificial constante como el ordenador
      e) Si pasan 20 min y no nos dormimos es mejor levantarse e ir a otra habitación y hacer una actividad rutinaria.
      f) Regular el momento de ir a dormir. Hay que tener un intervalo de tiempo en el que se realiza.
     g) Evitar las siestas (salvo excepciones en algunas personas).

 

– Condiciones ambientales:


   a) Temperatura ideal está entre los 18-20 grados centígrados.
   b) Evitar luz intensa y si se necesita, preferiblemente que sea lo más natural y tenue posible.
   c) Ventilar todos los días.
   d) Vigilar la calidad de la cama.
   e) Favorecer un ambiente tranquilo y sin ruido.
   f) Mantener la higiene en la cama y en la habitación en general.

 

– Otros factores a tener en cuenta:


a) Atención a los pensamientos y preocupaciones: pueden activarnos y
llevarnos a tener dificultades a la hora de dormir.
b) La cama debe utilizarse para dormir únicamente.

3. NORMAS PARA EL CONTROL DE ESTíMULOS


– Restringir el tiempo en de cama tanto como se pueda, adecuándolo al momento en
el que realmente están durmiendo.


– Nunca reducirlo a menos de 5 horas por noche.


– Es conveniente regular los momentos de sueño: es importante mantener una
regularidad horaria al acostarse y levantarse. Por ejemplo si se duermen 6 horas, se
puede adecuar el momento de ir a la cama a la 01:00 a.m. para así despertarse a las
07:00 a.m.


– Evitar siestas o ensoñaciones.


– Progresivamente iremos aumentando el tiempo de cama, con un ritmo determinado
adaptado a la persona.


4. DISTORSIONES COGNITIVAS DEL SUEÑO


– Identificarlas


a) Abstracción selectiva: solo se percibe aquello que concuerda con nuestro
estado de ánimo. “Esto es horrible/ insoportable”.


b) Pensamiento polarizado: todo/nada. “nunca conseguiré dormir”, “esto
siempre será así”…


c) Sobregeneralización: extraer una conclusión general de un hecho concreto.
“Si no soy capaz de dormir, mañana todo será un desastre”.


d) Interpretación del pensamiento: sacar conclusiones sin base para ello. “Eso
es porque…”, “eso lo ha dicho por…”

e) Visión catastrófica: “¿y si me ocurre a mi?”.


f) Personalización: “ese comentario lo hace por mi”, “me suelta indirectas”


g) Maximización y minimización: se da mayor importancia a los acontecimientos
negativos y se minimiza la importancia de los positivos. “Se ahoga en un
vaso de agua”.


h) Falacia del cambio: la persona piensa que su bienestar depende de los actos
de los demás, de que las otras personas cambien su conducta. “Si tal
persona hiciera tal cosa, entonces yo podría hacer tal otra”.


i) Falacia de control: la persona se percibe con un grado de control irreal sobre
los acontecimientos que le suceden o sobre las personas de su entorno.
“Tengo que conseguir dormirme ya”.


j) Razonamiento emocional: la persona cree que los acontecimientos
concuerdan con las emociones que le suscitan. “Si me siento así, es que ha
sucedido”.


k) Falacia de justicia: valorar como injusto todo aquello que no concuerda con
nuestra forma de pensar. “Es muy injusto”.


l) Etiquetas globales. “Los humanos tienen que dormir 8 horas”.


m) Culpa: la persona se siente responsable de todo lo que le ocurre (o bien
siente que no tiene ninguna responsabilidad) “Es culpa mia”.


n) Los deberías. Formas de pensar rígidas y severas “ debería”, “no debería”,
“tiene que ser”…


o) Falacia de recompensa divina: “Dios, ayudame a…”, “la suerte me hará
encontrar…”.


p) Falacia de razón: la persona cree estar en posesión de la verdad e ignora los
razonamientos de los demás. “Yo tengo la razón en…”. “los demás no tienen
ni idea”.


q) No reconocer esfuerzos o avances. La persona tiende a pensar que las
cosas positivas que suceden son por casualidad o porque otra persona hizo
algo y no por sus propios esfuerzos. “No mejoro nada”, “salió bien por
casualidad”.


– Tiempo para pensar (nunca antes de ir a la cama). Cuando estando en la cama
aparezcan pensamientos estresantes o de preocupación, nos diremos simplemente
que los vamos a dejar para mañana, los pensaremos en “el tiempo de pensar”.


– Relajación/respiración diafragmática.


– Mindfulness.

 

Lola García Sánchez

Psicóloga General Sanitario

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Dependencia Emocional

Dependencia Emocional

 

DEPENDENCIA EMOCIONAL

 

La dependencia emocional es un tema poco comprendido y tratado. Es una de esas cuestiones psicológicas que nos caracteriza como seres humanos, pertenecientes a “animales sociales” que están destinados, para bien o para mal, a las relaciones con nuestros congéneres.

Se define la dependencia emocional como la incapacidad de liberarse de una relación disfuncional. Aunque también puede darse en otras relaciones, como las que se dan entre padres e hijos, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, etc., el foco de este artículo será en las relaciones de pareja. La diferencia entre el amor normal, (que de por sí implica un cierto componente de necesidad) y la dependencia es meramente cuantitativa. Podríamos imaginar una representación continua de los sentimientos en las relaciones afectivas para ilustrar mejor la diferencia entre querer y necesitar, o entre amor y extrema necesidad.

  

Características de una persona con dependencia emocional

Las características que se dan en las  personas emocionalmente dependientes  en el área de la pareja son:

  • Una necesidad excesiva del otro y un deseo de acceso constante hacia él/ella. Es una expresión de la necesidad psicológica que la persona dependiente tiene de su pareja. Puede manifestarse como un deseo constante de hablar con él, llamadas telefónicas constantes, apariciones imprevistas en el trabajo, realizar cualquier actividad con la otra persona, no poder completar una tarea independiente sin sentir la necesidad de mantenerse en contacto con la pareja, etc. Los dependientes en ocasiones describen este sentimiento como el “hambre” de la pareja.

La reacción de la pareja suele ser de agobio. Esto puede traer consecuencias de diferentes tipos, como puede ser la ruptura precoz de la relación o la demarcación de límites estrictos.

 

  • Deseos de exclusividad en la relación.

 

  • Prioridad de la pareja sobre cualquier otra cosa. Esta es una de las características más frecuentes y notorias en el entorno social. La persona emocionalmente dependiente ve su relación como el centro de su existencia, el foco de su atención y el propósito de su vida.

 

  • Idealización de la pareja. A pesar de ser consciente de los defectos de su pareja a lo largo de su relación, el dependiente los idealiza con frecuencia.

La pareja representa todo aquello que no tiene el dependiente.

 

  • Relaciones basadas en la sumisión y subordinación. La sumisión del dependiente hacia su pareja es una respuesta casi inmediata, no tiene problema en plegarse ante la persona que admira.

 

  • Historia de relaciones de pareja desequilibradas. En general, la vida amorosa de una persona con dependencia emocional es una sucesión de relaciones de pareja, conflictivas y desequilibradas que se inician ya en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta.

 

  • Miedo a la ruptura. Una vez superadas las etapas iniciales de la relación, el dependiente experimenta una intensa ansiedad por la posible disolución de la relación. El fantasma de la ruptura ronda siempre sobre su cabeza.

 

Fases:

Las fases de las relaciones de pareja de los dependientes emocionales se pueden resumir de la siguiente manera:

fases de la dependencia emocional

 

 

Factores

Los factores que pueden causar la dependencia emocional se agrupan en cuatro:

 

Carencias afectivas tempranas:

Las carencias afectivas tempranas nos indican la ausencia, quizá no total pero sí muy notable, de un elemento positivo y necesario como es el cariño. Lógicamente, la gravedad de la dependencia emocional guardará relación con la magnitud de dichas carencias.

Mantenimiento de la vinculación y focalización excesiva en fuentes externas de la autoestima:

La vinculación afectiva es, obviamente, la reacción más normal y frecuente en las personas. También es sin duda, la más deseable para un desarrollo emocional y de la personalidad adecuada. No obstante, existen circunstancias en las que se produce dicha vinculación afectiva con personas que no corresponden de manera satisfactoria a esos sentimientos. La persona  emocionalmente dependiente, en estas circunstancias interpersonalmente desfavorables, decide insistir en su búsqueda de los demás y se mantiene vinculado afectivamente a ellas. La vinculación afectiva con personas que no son afectuosas y que además son hostiles, acarrea consecuencias basadas en la formación de esquemas y pautas disfuncionales sobre uno mismo y los demás.

    Factores biológicos:

    Los varones pueden activar con mayor facilidad que las mujeres la vía de desvinculación afectiva. Las mujeres tienen mayor disposición a la empatía, a la compasión y al contacto social, lo cual es indicativo de una mayor tendencia a la vinculación afectiva. En consecuencia, podemos pensar que a las mujeres les resultará mucho más difícil desvincularse afectivamente. Lo cual hace que esta patología sea mucho más frecuente en mujeres que en varones, algo que es un hecho constatable continuamente en la experiencia clínica. Además del factor género, el temperamento y la dotación genética también desempeñan un papel relevante en la formación de la dependencia emocional.

    Factores socioculturales:

    Cada cultura tiene diferentes modelos de pareja y los roles masculino y femenino que se desempeñan en ella tienen también una gran influencia social. En nuestra cultura occidental existe el prejuicio de que la mujer está más interesada en la pareja que el varón. Sean ciertos o no, son estereotipos y prejuicios culturales que influyen también en nuestro comportamiento.

     

     

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

     

    Blasco, C., & DEL CONCEPTO, J. A. (2005). Dependencia emocional. In I Congreso Virtual de Psiquiatría 1 de Febrero-15 de Marzo 2000 [citado:*]; Conferencia 6-CI-A:[52 pantallas]. Disponible en: http://www. psiquiatria. com/congreso/mesas/mesa6/conferencias/6_ci_a. htm.

    Castelló, J. (2000, March). Análisis del concepto dependencia emocional. In I Congreso Virtual de Psiquiatría (Vol. 5, No. 8).

    Rodríguez de Medina Quevedo, I. (2013). La dependencia emocional en las relaciones interpersonales.

     

     

     

    Encarnación Sánchez Quesada

    Psicóloga General Sanitario

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    Consejos para familiares con pacientes TLP

    Consejos para familiares con pacientes TLP

     

    Cómo actuar ante comportamientos autodestructivos en pacientes TLP

     

    ¿Qué es TLP?

     

    El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un trastorno que es caracterizado por un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, y una notable impulsividad, que comienza en la adolescencia o principio de la edad adulta y se da en diversos contextos.

    El Trastorno Límite de la Personalidad es el más frecuente de entre todos los trastornos de la personalidad. Se diagnostica predominantemente en mujeres, con una relación estimada por sexos 3:1. Es más frecuente entre los familiares de primer grado (padres, hijos, hermanos) que en la población general. Este trastorno se asocia a otros tales como el abuso y dependencia de alcohol y otras drogas, trastorno antisocial de la personalidad, trastornos del estado de ánimo y de control de impulsos.

    La adolescencia es un período crítico para su emergencia, relacionándolo con rasgos de impulsividad e inestabilidad emocional, y con factores ambientales como patrones de crianza disfuncionales, abuso sexual o físico, acontecimientos vitales estresantes y psicopatología materna, entre otros.

    Existe una considerable variabilidad en el curso del TLP. Los síntomas agudos se reducen más que los síntomas temperamentales. El deterioro del funcionamiento y el riesgo de suicidio son mayores en los adultos jóvenes y disminuyen gradualmente con la edad. La tendencia a experimentar emociones intensas, a actuar de forma impulsiva y a vivir las relaciones con gran intensidad suele perdurar toda la vida. Durante la década de los 30 y 40 años, la mayoría de las personas con este trastorno logra una mayor estabilidad en sus relaciones y funcionamiento profesional.

    Uno de los problemas más preocupantes asociados al TLP es el suicidio y el parasuicidio (conductas autolesivas sin intención de ocasionar la muerte). Los gestos autodestructivos e intentos de suicidio deben tomarse muy en serio, pues aproximadamente un 9% de los pacientes pueden llegar a suicidarse, siendo el riesgo mayor en los primeros años de la edad adulta.

    Los comportamientos autodestructivos y conductas suicidas son, de entre todas las características de los pacientes con trastorno limite, los que inducen reacciones emocionales más intensas en aquellos que conviven con ellos y también en los profesionales que los tratan.

     

    ¿Qué motivaciones puede haber para estos comportamientos?

     

    Los comportamientos autodestructivos pueden clasificarse en base a las funciones que cumplen:

    Comunicación de malestar. Generalmente estos actos tienen lugar cuando el paciente siente el peligro de perder a alguien importante para ellos. Estos gestos suelen ser formas de reclamar la atención y al mismo tiempo una forma de protesta rabiosa por la inatención o abandono.

    Alivio de sentimientos dolorosos. Estos pacientes suelen experimentar emociones de forma muy intensa. En ocasiones, los comportamientos autodestructivos no son más que un intento de “quitarse de en medio” o “dejar de sentir dolor”. Otras veces, los pacientes tratan de recobrar el sentido de la realidad perdido (experiencias de desconexión de la realidad) En estos casos, el dolor o sensación física les permite regresar a un estado de conciencia normal, lo que es experimentado con sensación de alivio.

     

    ¿Qué pueden hacer los familiares frente estas situaciones?

    1. No ignorar estos actos. Es necesario responder. Estas respuestas deben mostrar preocupación, ya que ignorar puede conllevar a una escalada de las mismas. Deben expresar sus miedos al paciente y no dejarse calmar fácilmente con negaciones. La familia debe entender estos gestos como un «grito de socorro». Deben informar a los profesionales, incluso cuando el paciente les quite importancia.
    2. La familia debe aprender a prestar atención al paciente no solamente en momentos de crisis y cuando estas conductas aparecen. Esto sólo refuerza y mantiene estas formas de expresión de emociones inadecuadas.
    3. La familia debe escuchar cual es el problema subyacente. El primer paso para reducir la posibilidad de que una amenaza se siga de una materialización de la misma es invitar al paciente a expresar los sentimientos que se ocultan «detrás del síntoma» (por ejemplo, sentimientos de rabia) y escucharlos atentamente.
    4. Reconocimiento y validación. Después de escuchar, la familia tiene que dar una señal de que se reconocen dichos sentimientos. No es necesario admitir o negar acusaciones cuando estas tienen lugar, tampoco dar muestras de simpatía o comentarios como «eso no es nada», «ya verás cómo se pasa» o «tú puedes intentarlo» estos comentarios no reconocen el grado de malestar emocional del paciente y son percibidos como rechazo o abandono.
    5. Los familiares no deben asumir la responsabilidad. Siempre que haya signos de que existe riesgo se debe informar a un profesional. El riesgo de suicidio no puede ser evaluado, monitorizado o prevenido en la familia.

     

    Encarnación Sánchez Quesada

    Psicóloga General Sanitario

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    Psicoeducación: Miedo y Ansiedad

    Psicoeducación: Miedo y Ansiedad

     

    En la primera sesión, será conveniente ayudar a comprender a nuestros clientes la naturaleza y funciones de la ansiedad en nuestra vida. Esta parte inicial de la terapia será la denominada psicoeducación, donde explicaremos cómo funcionan estas emociones y su funcionalidad.

    Podemos empezar por pedir a nuestro cliente que nos describa cómo es el miedo para él o ella, donde se abarcan los tres componentes fundamentales del miedo y la ansiedad:

    – las sensaciones físicas (palpitaciones cardíacas, sudor, mareo, visión borrosa, respiración entrecortada, tensión, síntomas gastrointestinales, etc.),

    – los aspectos cognitivos (lo que piensan nuestros clientes cuando sienten temor),

    – y la conducta manifiesta ( lo que hacen los clientes durante un episodio de miedo o ansiedad, como escapar o evitar).

     

    MIEDO

    El miedo se caracteriza por una activación brusca y aguda de la rama simpática del sistema nervioso autónomo que incluye sensaciones fisiológicas de diferente intensidad, como aumento de la sudoración, incremento de la tasa cardíaca, falta de aliento, mareo y otros.

    Se le suma la tendencia a luchar o huir de las señales ambientales o corporales, reales o percibidas de amenaza o peligro. El miedo es una emoción orientada al presente que responde a un peligro o amenaza real o imaginaria. Este miedo puede ser perfectamente adaptativo que nos motiva y moviliza para emprender la acción.

    ANSIEDAD

    La ansiedad es un estado de ánimo orientado al futuro, que cursa con inquietud ansiosa, preocupación y activación sostenida del sistema nervioso simpático, aumento de tensión muscular, agarrotamiento del pecho, molestias digestivas, así como otros síntomas somáticos. Por lo común, la ansiedad nos llega por algo que puede ocurrir en el futuro inmediato o distante.

    PRACTICA EN LA PSICOTERAPIA

    Llegados a este punto conviene charlar con nuestro cliente acerca de situaciones en las que haya pasado miedo, y después lo convertimos en ansiedad, y al revés. Un ejemplo de miedo sería el ataque de pánico, por otra parte la preocupación por un futuro ataque implicaría la ansiedad. La respuesta que experimentamos por un acontecimiento traumático se acercaría al miedo, y la preocupación de que pueda regresar ese recuerdo es típico de la ansiedad.

    Si la ansiedad es una emoción aversiva, y todo lo aversivo es causa de malestar y sufrimiento ¿de qué serviría experimentarla?

    ANSIEDAD ADAPTATIVA

    Explorar los beneficios prácticos de la ansiedad, se puede preguntar a los clientes por ejemplos de sus vidas, situaciones en las que hayan experimentado miedo y esa reacción les haya servido para permanecer a salvo y seguros, o podemos ponerles ejemplos de nuestra vida, ese miedo que impulsa para la acción defensiva u ofensiva cuando la salud o seguridad parecieron amenazadas. Servirá para ayudar a los clientes a descubrir que la respuesta de miedo y a veces, de ansiedad han sido útiles porque sin ellas, probablemente no habríamos sobrevivido.

    Los efectos beneficiosos de cantidades moderadas de ansiedad y preocupación se conocen desde hace años (Yerkes y Dodson, 1908), ayudan a motivarnos para responder a las amenazas potenciales y actuar. Los tres componentes del miedo y ansiedad, sensaciones físicas, pensamiento y acción, no son algo patológico: sentimos, pensamos y hacemos cosas todo el tiempo. No es posible imaginar nuestra vida sin esos tres aspectos vitales.

    La ansiedad y el miedo son perfectamente adaptativa y no entraña ningún peligro por sí mismas, se vuelven peligrosos cuando no estamos dispuestos a experimentarlos, de esta manera, vivimos al servicio de la evitación cuya principal barrera es impedir vivir plenamente. El peligro entonces no resulta de la ansiedad o el miedo que experimentamos ni que estén en nuestra vida en gran cantidad, son peligrosos cuando permitimos a estas emociones controlar nuestra vida. Es entonces cuando dejamos de vivir y ponemos en riesgo lo realmente valioso de nuestra vida, permitimos que estas emociones definan quienes somos y lo que hacemos.

    CONCLUSIÓN

    Nuestros clientes pueden pensar que están solos en sus problemas, nosotros señalaremos que este tipo de trastornos se incluyen entre los problemas psíquicos más frecuentes, hasta el 25 por ciento de toda la población en algún momento de su vida. Habitualmente aprendemos los procesos que contribuyen a estos trastornos (evitación, escape, tendencia a controlar las emociones desagradables) desde la infancia.

    Como ejemplo, aprendemos de niños a no tocar una estufa caliente porque hace daño. Puede que lo hayamos aprendido por experiencia propia o bien de forma vicaria, escuchando a nuestros padres advertirnos. Fuimos socializados para usar el dolor y sufrimiento físico y psíquico como razón de peso para nuestra conducta y la de los otros. Un ejemplo lo tenemos en que se admite perder un día de trabajo o colegio por sentirse mal.

    Aprendemos también a aplicar esa misma estrategia de control a pensamientos, recuerdos y emociones que nos resultan desagradables o penosos, pero en este caso no dan buen resultado aplicadas a nuestras emociones. En realidad no podemos evitar los sentimientos de ansiedad y miedo de la misma manera que apartamos la mano de la estufa caliente.

    Podemos preguntar a nuestro cliente si puede acaso desconectar de sus emociones de igual forma que aparta la mano de la estufa encendida para no quemarse, preguntemos si son capaces de sentirse de tal modo u otro solo por desearlo, preguntemos si se dan cuenta de hecho, de que sus sentimientos caminan junto a ellos por mucho que corran.

    ¿Será que forman parte de nosotros esos sentimientos de ansiedad, aprensión o inseguridad y no podemos evitarlos ni escapar de ellos, porque simplemente forman parte de nosotros?

    Recuerda: “podrás correr, pero no podrás esconderte de ti mismo”.

    Bibliografía:

    Georg H. Eifert , John P. Forsyth, Álvarez Fernández, R. (2014). La terapia de aceptacion y compromiso para trastornos de ansiedad. Mensajero.

     

     

    Sergio Vidal-Salmerón Pujante

    Psicólogo General Sanitario

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    Relación Covid y disfunción eréctil

    Relación Covid y disfunción eréctil

    RELACIÓN COVID Y DISFUNCIONES ERÉCTIL

    Se está observando un aumento de disfunciones sexuales en población adulta. Nos preguntamos si el haber pasado la enfermedad del COVID guarda relación con esta problemática. Hay estudios muy diversos sobre esto y algunos muestran relaciones significativas, concretamente el haber pasado el COVID y problemas de disfunción eréctil.

    La disfunción eréctil es la dificultad o incapacidad para lograr o mantener una erección del pene que dé lugar a una relación sexual satisfactoria, también conocida como impotencia sexual.  Afecta a muchos hombres y aumenta con la edad, pero para poder considerarla una alteración es necesario que se manifieste de forma persistente.

    El principal síntoma de la disfunción eréctil es un cambio en la calidad de la erección. Si la causa es física, normalmente se presenta la incapacidad para tener una erección al despertarse por la mañana. Si se origina por causas psicológicas, la disfunción eréctil se produce durante un período de tiempo concreto.

     

    Revisando la información científica relacionada con este tema hemos encontrado lo siguiente:

    • Recientemente ha salido a la luz un nuevo hallazgo, el covid-19 puede causar disfunción eréctil meses después de que un hombre se haya recuperado de la enfermedad. Los científicos de la Universidad de Miami escanearon el tejido del pene de dos pacientes recuperados de Covid de 65 y 71 años que luchaban por tener erecciones. Y es así como llegaron a esta primicia mundial, ya que descubrieron que el virus persistía en todo el aparato sexual masculino más de seis meses después de haber estado enfermos. Cabe mencionar que uno de los hombres había estado gravemente enfermo y había sido ingresado en el hospital, el segundo candidato solo había padecido Covid-19 leve. Lo que sugiere que cualquier persona infectada puede estar en riesgo

     Ambos hombres tenían más de mediana edad, uno padecía presión arterial alta y enfermedad cardíaca, lo que aumenta el riesgo de problemas de erección. Sin embargo ninguno tenía disfunción eréctil antes de su pelea con el Covid.

    Este reciente trabajo de investigación sugiere que la presencia del covid-19 puede bloquear el flujo sanguíneo a los genitales, lo que dificulta las relaciones sexuales. Lo cual suele provocar hinchazón y disfunción en el revestimiento de los vasos sanguíneos que atraviesan el cuerpo y llegan al pene.

    • Según el estudio del Dr. Ramasamy, los hombres que anteriormente no se quejaban de disfunción eréctil desarrollaron una disfunción eréctil bastante grave después de la aparición de la infección por Covid”, lo que supondría un aviso para los hombres que desarrollan la infección por Covid. Aunque este fue un pequeño estudio, los datos que aporta son significativos y abren la puerta a futuros estudios al respecto.
    • Según el estudio de la Universidad de Roma Tor Vergata aquellos pacientes que sufrieron la enfermedad del Covid, presentaron niveles elevados de testosterona, afectando estos niveles tanto al desarrollo de la enfermedad del Covid, aumentando la tasa de hospitalización en cuidados intensivos, como provocando en el paciente problemas de eyaculación precoz, infertilidad y disfunción eréctil. Además, unos niveles altos de testosterona curiosamente aumentan la probabilidad de contraer el Covid.
    • Un estudio de la Universidad Eskisehir de Turquía concluye que la enfermedad del Covid por la presencia de SARS-CoV-2 provoca cambios histológicos compatibles con orquitis y alteraciones de hormonas sexuales. En muestras de fallecidos se encontró orquitis y amplia destrucción de los testículos. Se ha descubierto que la disfunción eréctil es un marcador clínico y predictor de enfermedades crónicas no transmisibles, en concreto, cardiovascular. Es decir, personas que acuden a consulta con problemas de disfunción eréctil pueden estar enmascarando un problema cardíaco que daría la cara de 3 a 6 meses después.
    • En esta misma Universidad de Turquía se llevó a cabo un estudio en el que se investigó la posible relación entre el Covid y disfunciones sexuales en mujeres. Se concluyó que tras pasar la enfermedad del Covid disminuyó la frecuencia de las relaciones sexuales, no siendo significativo en la disminución de la calidad de vida.

     

    Conclusión

    Al ser un tema reciente y novedoso hemos encontrado dificultad a la hora de encontrar artículos científicos que estudiasen la relación entre Covid y disfunción eréctil. Todo apunta a que sí existe una relación significativa. El Covid afecta a la presión arterial, al flujo sanguíneo,  provocando hinchazón y disfunción en el revestimiento de los vasos, afectando además, a los niveles de testosterona, cambios histológicos y alteraciones hormonales.

    Los artículos científicos en los que nos hemos basado abren las puertas a nuevas investigaciones sobre las repercusiones del Covid y disfunciones sexuales en general, tanto en población masculina como femenina.

     

     

     

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

    Bernard I, Limonta D. Mahal LK, Hobman TC. Endothelium infection and dysregulation by SARS-CoV-2: Evidence and caveat in COVID-19. Viruses. 2021; 13 (1): 29.

    -Karkin K, Alma E. Erectile dysfunction and testosterone levels prior to COVID-19 disease: What is the relationship? Arch Ital Urol Androl. 2021 Dec 21;93(4):460464.

    -Kaya Y, Kaya C, Tahta T, Kartal T, Tokgöz VY. Examination of the effect of COVID-19 on sexual dysfunction in women. Int J Clin Pract. 2021 Mar;75(3):e13923.

    -Sansone A, Mollaioli D, Ciocca G, Colonnello E, Limoncin E, Balercia G, Jannini EA. “Mask up to keep it up”: Preliminary evidence of the association between erectile dysfunction and COVID-19. Andrology. 2021 Jul;9(4):1053-1059.

     

     

    María del Rocío Rubio Rueda

    Encarni Sánchez Quesada

    Alumnas en Promentium

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    ¿Cómo prepararte psicológicamente para el parto?

    ¿Cómo prepararte psicológicamente para el parto?

    ¿Cómo prepararte psicológicamente para el parto?

    El papel de las emociones.

     

    “Somos la única especie mamífera que duda de su capacidad de dar a luz”

    Ina May Gaskin

     

    El parto es un proceso natural y único en cada mujer y en cada embarazo. Sin embargo, cuando este está llegando a su fin, pueden comenzar a aflorar emociones básicas como el miedo o la sorpresa que nos hacen sentir: preocupadas, agobiadas, inseguras, ansiosas, asustadas o confundidas.

    Las emociones tienen la función de facilitar la conducta apropiada en cada situación. En el caso del miedo, la función adaptativa de nuestro organismo es la protección; y en el caso de la sorpresa, la función adaptativa es la exploración. Y puede ser que esas emociones, hayan empezado ya a cumplir su cometido y te hayan impulsado a buscar información y a estar leyendo, en este momento, este artículo.

    Por lo tanto, podemos decir que las emociones son nuestras aliadas porque nos ayudan a sobrevivir y a adaptarnos a las nuevas situaciones. Sin embargo, la cognición (los pensamientos que surgen como consecuencia de esas emociones), puede hacer que experimentemos sentimientos negativos y poco adaptativos.

    Estos pensamientos aparecen automáticamente y son el resultado de las ideas y asociaciones que hacemos a partir de nuestras experiencias y conocimientos sobre el tema (estos conocimientos están formados también por las experiencias de otros). Y, a falta de conocimientos, o a pesar de ellos, entrará en juego, irremediablemente, la imaginación, y entonces ya estarán sobre el escenario todos los actores necesarios para que, si no somos conscientes de ello, la función finalice sin muchas rosas sobre las tablas.

    7 Pasos para prepararnos psicológicamente

     

    La buena noticia es que puedes prepararte psicológicamente para el parto.

    • En primer lugar, felicitarte por estar buscando respuestas a tus inquietudes.

    • En segundo lugar es importante repetirnos a nosotras mismas, que las experiencias que han tenido otras mujeres en sus partos, son solo sus experiencias y que en ningún caso tienen por qué ser las nuestras.

    • En tercer lugar es necesario ser conscientes de que, al igual que las emociones son reales y necesarias, los pensamientos acerca de esas emociones no tienen por qué ser reales y si no están siendo de ayuda, pueden ser modificados.

    Sería bueno que comenzaras a practicar las siguientes autoafirmaciones:

    “Confío en mi misma”, “confío en que mi cuerpo me avisará de la necesidad de pedir ayuda”,  “soy plenamente capaz, como toda mamífera, de dar a luz”, “el nacimiento de mi hijo es algo natural y saludable”, “las contracciones son mis aliadas, con cada contracción mi bebé está más cerca de nacer”, “las contracciones no son más fuertes que yo porque son parte de mi”…

    • En cuarto lugar, ser conscientes de la unidad del cuerpo y la mente. Si nuestra mente está creando pensamientos negativos, se generarán sentimientos desacordes con el inicio adecuado del parto. El cerebro es muy primitivo (no sabe distinguir el peligro real del imaginado), y si con nuestros pensamientos le alertamos de un posible peligro, él lo creerá y no propiciará el ambiente adecuado para la producción de las hormonas desencadenantes y coadyuvantes del proceso natural del parto. Por ello, aunque parezca obvio, debes tener muy presente que un estado de calma y tranquilidad, contribuirá a que se desencadene el trabajo de parto de manera natural y productiva.

    Para ello, puedes comenzar a realizar, diariamente, ejercicios de meditación guiada como este  y así ir, poco a poco, familiarizándote con la sensación de relajación y bienestar, para que, cuando llegue el momento, puedas acudir a esa sensación.

    • En quinto lugar, la respiración interpreta un gran papel durante todo el proceso. Aprender a respirar adecuadamente contribuirá a estar en sintonía con nuestro cuerpo en el momento clave. Aguantar la respiración, o mantener el abdomen en tensión, limitará la cantidad de oxígeno que llega a los músculos y al bebé, dificultando la dilatación. Por ello, respirar profundamente (sintiendo como el aire, primero, expande el pecho y después, llena el abdomen) ayudará a las contracciones a ser más productivas. Al llegar a la fase de expulsión, inspira por la nariz y exhala por la boca, intentando que la espiración sea siempre más larga. Escucha a tu cuerpo y respira como él te pida pero sé consciente de tu respiración, ella será la gran aliada de las contracciones.

    Carmen Moreno en su libro “Hipnoparto”, llama “olas uterinas” a las contracciones (por el vaivén de las mismas) y nos invita a recitar un mantra, en los momentos de descanso que tienen lugar entre contracción y contracción, para contribuir al estado de calma: “cada ola uterina tiene una función; y me acerca a ti”.

    • En sexto lugar: acepta lo que venga. No es posible predecir cómo será tu parto, por ello, lo más adaptativo es ser flexibles y confiar en que, la manera en que este se desarrolle será la correcta según las circunstancias. Confiar, además de en tu capacidad innata de parir, en los profesionales que te atiendan, y saber que tienes el derecho de preguntarles todas las dudas que te vayan surgiendo, será clave para mantener la calma.

    • Por último, si sientes que estás emocionalmente desbordada o aturdida y te encuentras ansiosa o deprimida, no dudes en pedir ayuda y contactar con un profesional de la salud mental.

     En post anteriores hemos estado tratando de explicar el blues materno, si queréis saber más pincha aquí

    Bibliografía

    Moreno, C. (2018) Hipnoparto.

    Fernandez-Abascal, E., García Rodriguez, B., Jiménez Sánchez, M. P., Martín Díaz, M. D., Domínguez Sánchez, F. J., (2014) Psicología de la emoción, Ed. Universitaria Ramón Areces UNED.

     

    Lola García Sánchez

    Psicóloga Junior en Centro Promentium

    Foto realizada desde CANVA Pro 

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