Los Trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos, que en ocasiones se representa como TCA, son aquellos desórdenes relacionados con la ingesta, pero no solo se reducen a eso. Estos trastornos afectan también a otros factores como son las relaciones sociales o laborales, la autoestima, los niveles de autoexigencia, la visión distorsionada del cuerpo, incluso a problemas médicos graves que pueden llegar a ser mortales.
Cuando hablamos de estos trastornos, parece que solo existan la Anorexia (AN) y la Bulimia (BN), pero encontramos otros trastornos, así como categorías que engloban aquellos casos que no cumplen todos los criterios. Esta última categoría se establece porque para la psicología, cuando algo está afectando a la vida personal, social o laboral, así como si produce malestar significativo (físico o psicológico), el caso es digno de diagnóstico aunque no cuadre a la perfección con los criterios establecidos.
Vamos a conocer los distintos TCA, de más a menos conocido:
Anorexia nerviosa
Esta enfermedad, en alza en los últimos 50 años, conlleva consecuencias que pueden ser tan graves como la muerte. ¿Qué criterios se deben cumplir para un diagnóstico de AN?
- Restricción de la ingesta, que produce un peso corporal significativamente bajo (inferior al mínimo normal o al peso mínimo esperado en el caso de niños y adolescentes).
- Miedo intenso a ganar peso o comportamiento persistente que interfiere en el aumento de peso (incluso con un peso significativamente bajo).
- Alteración en la percepción de su propio peso o constitución, autoevaluación física irreal, autoevaluación personal muy influida por su imagen o ausencia del reconocimiento de la gravedad del poco peso actual.
Puede ser:
Tipo restrictivo:
- Durante los últimos 3 meses, no realiza atracones o purgas (vómito autoprovocado, laxantes, diuréticos o enemas).
- La pérdida de peso es debida sobre todo a la dieta, el ayuno y/o el ejercicio excesivo.
Tipo con atracones/purgas:
- Durante los últimos 3 meses, realiza atracones o purgas.
Estos “atracones” pueden ser similares a los que se presentan en la bulimia o subjetivos (el sujeto considera un exceso, cantidades poco mayores a lo habitual o por contener alimentos “malos”).
La gravedad de la AN se estima en adultos por el índice de masa corporal (IMC), en niños y adolescentes, en el percentil del IMC. Pincha aquí para saber más sobre el IMC.
La a OMS (Organización Mundial de la Salud), establece estos márgenes, aunque la gravedad puede aumentar según los síntomas clínicos, el grado de discapacidad funcional y la necesidad de supervisión.
Gravedad | IMC |
Leve | Igual o mayor a 17 kg/m2 |
Moderado | 16-16,99 kg/m2 |
Grave | 15-15,99 kg/m2 |
Extremo | Menor a 15 kg/m2
Hospitalización, peligro de muerte. |
Bulimia nerviosa
En ocasiones se puede confundir con la Anorexia Nerviosa (purgativa), pero difiere en el método principal usado para el adelgazamiento, las características temporales y de los comportamientos compensatorios, los factores intervinientes, rasgos psicológicos, comorbilidad, efectos médicos secundarios al trastorno, etc. La BN, se caracteriza por:
- Episodios recurrentes de atracones. El atracón se caracteriza por dos hechos:
-
- Ingestión en un periodo determinado, de una cantidad de alimentos claramente superior a la cualquiera ingeriría en tiempo y circunstancias similares.
- Sensación de falta de control durante el atracón (como no poder parar, o no controlar qué o cuánto comer).
- Comportamientos compensatorios inapropiados, para evitar el aumento de peso (como el vómito autoprovocado, laxantes, diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo).
- Los atracones y su compensación se dan, mínimo una vez a la semana durante 3 meses.
- La autoevaluación personal se ve muy influida por su constitución y peso.
La gravedad de la BN se basa en la frecuencia de comportamientos compensatorios inapropiados, aunque puede aumentar para reflejar otros síntomas y el grado de discapacidad funcional.
Gravedad | Compensación inapropiada a la semana |
Leve | 1-3 |
Moderado | 4-7 |
Grave | 8-13 |
Extremo | 14 (o +) |
Trastorno de atracones
Es fácil de confundir con la Bulimia nerviosa, así como pasar desapercibido. Aunque parezca similar a “comer por estrés”, este trastorno se caracteriza una falta de control muy superior, con fuertes sentimientos de humillación y vergüenza, que lejos de ser un método de alivio para el estrés, generan un enorme malestar en la persona que los padece. ¿Cómo se identifica?
- Episodios recurrentes de atracones.
- Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) hechos:
-
- Comer mucho más rápido de lo normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Comer grandes cantidades cuando no se siente hambre física.
- Comer solo (debido a la vergüenza por la cantidad que se ingiere).
- Sentirse al acabar a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.
- Malestar intenso respecto a los atracones.
- Los atracones se producen, mínimo una vez a la semana durante 3 meses.
- No se dan comportamientos compensatorios inapropiados (se descarta si se padece BN o AN).
Su gravedad se basa en la frecuencia de los episodios de atracón y puede aumentar al reflejar otros síntomas y el grado de discapacidad funcional.
Gravedad | Atracones semanales |
Leve | 1-3 |
Moderado | 4-7 |
Grave | 8-13 |
Extremo | 14 (o +) |
Pica
Es muy habitual en la infancia y en sujetos con otras patologías mentales de cualquier edad. Consiste en:
- Ingestión persistente de sustancias no nutritivas y no alimentarias (durante mínimo 1 mes).
- La ingestión es inapropiada al grado de desarrollo de la persona (edad, CI, madurez…).
- La ingesta en cuestión, no forma parte de una práctica social o cultural.
Si se da junto a un trastorno mental o afección médica, su diagnóstico se efectuará si el suceso es suficientemente grave (cantidad, tipo de sustancia y consecuencias físicas).
Trastorno de rumiación
Este es un trastorno más común en la infancia, aunque puede aparecer a cualquier edad. Dentro de sus problemas encontramos patologías gastrointestinales y un gran peligro de asfixia, provocada por la aspiración de la comida durante la regurgitación. ¿De qué se trata este trastorno?
- Regurgitación repetida de alimentos durante mínimo de 1 mes. Una vez regurgitados los alimentos, se vuelven a masticar, tragar o se escupe.
La regurgitación es voluntaria, no por una afección gastrointestinal, médica o por otro TCA (p. ej., reflujo gastroesofágico, estenosis pilórica, Bulimia nerviosa). Si los síntomas se dan junto otro trastorno mental, debe ser suficientemente grave para justificar atención clínica adicional.
Trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos
Se ha añadido recientemente a los TCA. Aunque es una entidad propia, hace las veces de antesala de la anorexia nerviosa en la infancia. ¿Pero, en qué consiste?
- Ocurre una alteración en la ingestión de alimentos, como: falta de interés aparente por comer, evitación de la comida por sus características (color, sabor, olor y textura) o preocupación sobre las consecuencias repulsivas de comer (sensación de estar lleno, defecar, miccionar, flatulencias, etc..).
- Esto se refleja en el fracaso para cumplir las necesidades nutritivas y/o energéticas que supone:
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- Pérdida de peso significativa (fracaso en el aumento de peso esperado o crecimiento escaso en niños).
- Deficiencia nutritiva significativa.
- Dependencia de la alimentación enteral o de suplementos nutritivos.
- Interferencia importante en el funcionamiento psicosocial.
El trastorno no se da por la falta de alimentos disponibles, una práctica cultural, afección médica, ni por otro TCA. Por tanto, no presenta un trastorno en el modo de ver el propio peso o constitución.
Si aparece junto a otro trastorno mental, para ser diagnosticado, su gravedad excede a la que suele asociarse a la afección o trastorno y justifica la atención clínica adicional.
Síndrome de ingestión nocturna de alimentos:
Este síndrome se encuentra dentro de la categoría Otro trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos especificado, y consiste en:
- Episodios recurrentes de ingesta de alimentos por la noche. Un consumo excesivo de alimentos ya sea después de cenar o al despertarse del sueño.
- Existe consciencia y recuerdo de la ingestión.
- El acto no se explica mejor por influencias externas, como cambios en el ciclo de sueño o normas sociales y culturales.
- El acto causa malestar significativo y/o problemas del funcionamiento.
No se explica mejor por el trastorno por atracón u otro trastorno mental, incluido el consumo de sustancias, trastorno médico o efecto de ninguna medicación.