La educación sexual es importante por diversas razones: para conocer mejor nuestro cuerpo (su estructura y funcionalidad), para no caer en mitos o tópicos sexuales, o para saber cuáles son los posibles problemas, trastornos, enfermedades o adversidades a los que podemos enfrentarnos en diferentes contextos sexuales.
Sea cual fuere la razón, la educación sexual debería ser obligatoria como parte de la educación reglada. En consulta, puedo ver pacientes (hombres y mujeres) con 20 años, que tienen las mismas dudas que otros de 40 o 60 años. ¿Por qué sucede esto? Porque es cierto que vivimos en la era de la información, pero también de la desinformación; no toda la información que nos llega es contrastada o científica, es más, mucho de lo que podemos leer en internet (periódicos, revistas, redes sociales,…), lo que hace es estereotipar ciertas ideas o hacer apología al sensacionalismo de la sexualidad. Los típicos titulares que podemos encontrar como: “Las mejores posturas sexuales para tener sexo con tu pareja”, “El pene: ¿cuál es la medida estándar de la población española?”, “Lo que debes hacer para hacer feliz a tu pareja”, lo que consiguen no es ayudar a la población, sino que la confunden y la desvían de la información verídica e importante.
Debido a esta necesidad educativa, he decidido crear una serie de artículos sobre educación sexual básica, basado en evidencia científica y que deberían ser de conocimiento popular.
Vamos a comenzar (puesto que por algún sitio hay que hacerlo) por explicar qué son las Fases de Respuesta Sexual Humana (FRSH) y cómo afectan a nuestra sexualidad.
Según Masters y Johnson (1978), la Respuesta Sexual Humana (RSH) se refiere a todos los cambios corporales que ocurren durante la actividad sexual. Esta Respuesta está divida en 4 fases según estos mismos autores: Excitación, Meseta, Orgasmo y Resolución, siendo el Periodo Refractario exclusivo del hombre. Kaplan, más adelante, añadiría la fase de Deseo (previa al resto).
1. La Fase de Excitación se inicia debido a sensaciones sexuales que la incitan, de tipo físico o psíquico, como pueden ser una caricia, un recuerdo intenso, un beso o un perfume.
La mujer se caracteriza por:
- Lubricación vaginal.
- Expansión de los dos tercios internos de la cavidad vaginal.
- Elevación de los labios mayores.
- Elevación del cuello y cuerpo del útero.
- Aumento del tamaño del clítoris.
- Erección de los pezones.
- Incremento del tamaño de las mamas.
El hombre se caracteriza por:
- Erección del pene.
- Elevación parcial de los testículos.
2. La Fase de Meseta podríamos decir que es el “punto de último retorno”, justo antes de alcanzar el orgasmo.
La mujer se caracteriza por:
- Prominente vasodilatación en el tercio externo de la vagina.
- La abertura del introito vaginal de la mujer se estrecha.
- Expansión del interior de la vagina.
- Aumenta la elevación del útero.
- El clítoris se retrae.
- Aumento del tamaño de las mamas.
- Eritema cutáneo (de epigastrio a las mamas, glúteos, espaldas, extremidades y rostro).
- Miotonía generalizada, taquicardia, hiperventilación y aumento de la presión arterial.
El hombre se caracteriza por:
- Aumento del tamaño de los testículos.
- Elevación testicular completa.
- En ocasiones segregación de fluido por la uretra.
3. La Fase de Orgasmo indica el punto álgido de la excitación.
La mujer se caracteriza por:
- Contracciones rítmicas y simultáneas del útero, del tercio externo de la vagina y esfínter rectal (plataforma orgásmica).
- Aumento de los ritmos cardiaco y respiratorio.
El hombre se caracteriza por:
- Contracciones del pene.
- Eyaculación.
4. La Fase de Resolución se produce tras el orgasmo, y es el tiempo en el que el cuerpo vuelve a su “línea base”, es decir, a cómo estaba antes de iniciar la Respuesta Sexual.
La mujer se caracteriza por:
- Desparece la plataforma orgásmica.
- El útero desciende.
- La vagina se acorta.
- El clítoris vuelve a su posición normal.
El hombre se caracteriza por:
- Pérdida de la erección.
- Detumescencia del escroto.
- Los testículos disminuyen de tamaño y descienden al escroto.
El Periodo Refractario no es considerado una Fase de la Respuesta Sexual Humana. Es exclusivo del hombre, e implica que es imposible tener otra eyaculación hasta que pase un tiempo determinado (de varios minutos a varias horas), variando éste, normalmente, según la edad (el intervalo es más largo con la edad). No siempre se produce de la misma manera, pues varía entre distintos individuos y también en un mismo individuo.
Cualquier problema en alguna o en varias de estas fases, supone una alteración de la Respuesta Sexual, y conlleva la probable aparición de un trastorno sexual. Más adelante veremos las distintas disfunciones sexuales (como vaginismo, anorgasmia, eyaculación precoz, etc.).
Esta artículo no pretende ser exhaustivo, sino conciso y útil. Para quien quiera más información sobre este tema, puede ponerse en contacto conmigo a través del email raquelnavarro@psicologos.com o del formulario que aparece en este mismo blog.
Raquel Navarro López
Psicóloga, Sexóloga, Terapeuta de pareja
Bibliografía: Gorguet, I. (2008). Comportamiento Sexual Humano. Editorial Oriente.